Los cubreplatos ( provenientes del mundo freeride y de descenso), están cada día más presentes en el enduro, sobretodo en el más "endurecido" enduro LT o de largo recorrido.Son unos componentes muy prácticos y estéticos. Protegen los platos, aumentan la altura libre de la bicicleta y evitan los molestos roces y heridas con los dientes de los platos.
Suelen ser de dos tipos, de material plástico o de aleación ligera, estos últimos de menor espesor y más ligeros.No suelen ser baratos, ni buenos de encontrar en tiendas físicas, ya que estas suelen estar más orientadas a la carretera o al XC-enduro.
Hace tiempo que decidí prescindir del triple plato típico de BTT (22-32-44 dientes) para pasarme a uno doble de freeride ( 24-36 dientes), ya que creo que se adapta más al tipo de rutas endureras mallorquinas.
Debido al deterioro del cubreplatos de mi "cabra" (un Truvativ Hussefelt de material plástico ), he pensado que ya era hora de cambiarlo.
Tenía dos opciones; de material plástico o de aleación. En vista del resultado de mi anterior cubreplatos decidí buscar uno de aluminio. Descarté la opción de tiendas virtuales, y empecé a recorrer varias tiendas, encontrando muy pocas opciones y ninguna que tuviera un precio razonable. Así que decidí fabricarme un cubreplatos artesanal y por tanto exclusivo. La opción más sencilla es coger un plato de 42 o de 44 dientes y eliminar sus dientes (aún más fácil es lo que me aconsejaron en Gomila de Binissalem, que es dejar que el plato grande se deteriore a base de recibir golpes y después ajustar el desviador para que no pase del plato intermedio, esa opción la descarté.).Aprovechando que estaba en Gomila, compré un plato Deore de 44 dientes ( no es cuestión de estropear un Truvativ Stylo ), la elección era fácil el Deore cumple con las tres B ( bueno, bonito y barato)y se adapta a casi todos los pedaliers. además no da tanto apuro "estropear" un plato nuevo de 22-25 euros.
El siguiente paso es eliminar los dientes.Como no tenía a mano un torno, emplee un sistema menos fino y técnico; una radial. Sí se sabe emplear una radial, el acabado final no será muy inferior del obtenido con un torno.
Una vez eliminados los dientes se lijan las aristas e imperfecciones, a fin de dejarlo lo más pulido posible... y ya está practicamente acabado, si se quiere ya se puede montar y probar.
Es conveniente emplear una pistola o un aerosol, a ser posible con pintura acrílica ( más resistente y de secado más rápido ).Hay que aplicar la pintura en varias capas finas ,y como remate final un chorrito de aire caliente ayudará al secado y a endurecer el esmalte.
Una vez montado se aprecia el acabado final. Estética aparte se consigue más durabilidad,un conjunto más compacto y ligero, a la par que original. Hay muchos acabados posibles , todo dependerá de nuestra creatividad. Por ejemplo usando un pincel fino y haciendo girar el plato a modo de torno podremos perfilar circulos concéntricos de uno o varios colores.
La diferencia de peso es significativa entre el Truvativ de material plástico y del de aluminio creado a partir de un plato Deore.
El creado a partir del Deore es 60gr. más ligero, la diferencia se podría incrementar empleando un plato del tipo XT , XTR o Stylo ...son platos más finos por tanto más ligeros pero como emplean aleaciones del tipo 7050 no comprometen su durabilidad. Eso sí el precio final del cubreplatos sera más elevado.
Añadido domingo 15:
Hoy he dado una vuelta con la bici por trialeras con barro y lluvía, ni el cubreplatos ni la pintura se han resentido. No puedo decir lo mismo de la pintura blanca de los pedales Shimano que estrenaba hoy...